El ser humano en su lucha por la supervivencia genera acciones comunicativas que transforman procesos naturales en fenómenos culturales (Habermas, 1989) gracias a la mediación de una capacidad simbólica entre dos sistemas naturales: la percepción y la acción (Cassirer, 1977). En esta construcción social de la realidad (Berger y Luckman, 1976) juega un papel fundamental la tecnología. Desde esta perspectiva, por tecnologías no sólo se entiende el desarrollo y utilización de herramientas físicas o artefactos (como libros, pizarrón, ordenadores) sino también construcciones simbólicas (lenguaje, representaciones icónicas, el contenido de un currículum) y organizativas (gestión y control del aprendizaje, disciplina). Entonces…
“La tecnología no sólo permite actuar sobre la naturaleza sino que es, sobre todo, una forma de pensar sobre ella” (Sancho, 1994).
En tal sentido, Alejandro Piscitelli (2002) habla de metamorfosis tecnocognitiva: todo cambio tecnológico implica fuertes transformaciones cognitivas, produciendo nuevas acciones comunicativas bajo el régimen de nuevos sistemas simbólicos. Volviendo al planteo inicial, si toda realidad humana es una representación simbólica, se entiende cuando Castells afirma que toda realidad siempre ha sido virtual. Lo novedoso, es que con la aparición en escena de las TICs surge una nueva cultura, la cultura de la virtualidad real:
“Es un sistema en el que la misma realidad... es capturada por completo, sumergida de lleno en un escenario de imágenes virtuales, en el mundo de hacer creer, en el que las apariencias no están sólo en la pantalla a través de la cual se comunica la experiencia, sino que se convierten en la experiencia misma” (Castells, 1997).
Esta realidad virtual tiene como materia prima, tanto económica como simbólica cultural, a la información organizada en hipertextos y sus características multimediales. El procesamiento electrónico de la palabra y su integración a múltiples lenguajes (sonoro, visual, audiovisual, etc.) genera nuevas mutaciones en las operaciones cognitivas. El espacio simbólico lineal, secuencial y de sentido unificado en la cultura del libro es reestructurado a partir del hipertexto y su estructura no secuencial, fragmentaria y multimedial (Landow, 1995; Tiffin y Rajasingham, 1997; Burbules y Callister, 2001; Castells, 1997, 2001; Piscitelli, 2002).
Fundamentando en la experiencia docente de Landow (1998), se puede decir que el hipertexto, especie de telaraña, de red, produce un cambio en el volumen de información, en la velocidad del acceso a ella y en la cantidad de vínculos que puede establecer con otros textos, el alumno. Este cambio cuantitativo en el proceso de lectura llevará al alumno a un cambio cualitativo en la construcción del conocimiento. Puesto que en el hipertexto, el material textual, el visual, el sonoro y las ideas se entrelazan de maneras múltiples, a lo largo de una red global de fácil acceso, podemos decir que se modifica fundamentalmente el carácter de la comunicación y por lo tanto de
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La institucionalización del hipertexto como el medio más efectivo en el acceso a la información, conduce al conocimiento a una encrucijada (Burbules y Callister, 2001): la misma tecnología que ofrece conocimiento liberador, es capaz de fomentar una concentración hegemónica de los medios de producción. Por ello, la importancia que otorgan los autores a la formación de hiperlectores de las realidades virtuales y romper con las prácticas pasivas de navegación.
Desde aquí, es oportuno cuestionar los mandatos socioculturales que se le hace hoy a la educación formal. Asumiendo que la educación formal es una “tecnología social”[1] (Sancho, 1994) producida y productora del proceso modernizador y cuyo objetivo fue la formación de ciudadanos aptos para una sociedad industrial, atravesada por las configuraciones cognitivas de los medios masivos (desde la imprenta hasta la televisión); el cuestionamiento es inevitable: ¿qué tipo de educación necesitan los alumnos de una sociedad Informacional, atravesada por una red global de comunicación? ¿Cuáles son las competencias cognitivas y comunicativas necesarias para poder interactuar en la construcción simbólica de una realidad virtual?
En el contexto de una virtualidad real, la educación formal queda deslegitimada frente al uso cotidiano de las TICs. Las experiencias como “navegadores” (Burbules y Callister, 2001) han conformado un espacio virtual de educación informal que desarrollan habitus de consumo inconsciente y acrítico. En consecuencia, desde la perspectiva de la presente fundamentación, la tarea del educador debe partir del conocimiento previo de un navegador-superficial y mediar esta construcción cognitiva para lograr el desarrollo de competencias propias, por lo menos, a un usuario crítico (y en un marco utópico, por ahora, a un hiperlector). Para lo cual, el docente debe estar también entrenado en esas destrezas y adquirir habilidades en torno al diseño e interpretación de
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
Adell Jordy (1997) “Tendencias en educación en la sociedad de las tecnologías de la información”, Edutec 7, Disponible en: http://www.uib.es/depart/gte/revelec7.html
Almenara Cabero Navegando Julio. Construyendo la utilización de los hipertextos en
Berger Peter y Luckman Thomas (1976) La construcción social de
Burbules Nicholas y Callister Thomas (2001) “Hipertexto: el conocimiento en la encrucijada” y “Lectura crítica en Internet”, en Riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de
Cassirer Ernst (1977) Antropología filosófica. México D.F. FCE.
Castells Manuel (1997). La era de la información: economía, sociedad y cultura. Alianza Editorial. Madrid.
Castells Manuel (2001).
Chartier Roger (2001) Muerte o transfiguración del lector. Barcelona. Gedisa.
Fainholc Beatriz (2004) Lectura Crítica en Internet. Análisis y utilización de los recursos tecnológicos en educación”. Rosario. Santa Fe. Homo Sapiens Ediciones.
Habermas Jürgen (1989) Teoría de la acción comunicativa. Aguilar - Altea Taurus Alfagrama. Buenos Aires.
Landow George (1995) “Reconfigurar el texto” y “Reconfigurar la educación literaria” en Hipertexto. La convergencia de la teoría crítica contemporánea y
Lévy Pierre (1999) ¿Qué es lo virtual? Páidos Ibérica. Barcelona.
Piscitelli Alejandro (2002) “Metamorfosis tecnocognitivas”; “Imágenes numéricas y realidades virtuales” y Los hipermedios y el placer del texto electrónico”, en Ciberculturas 2.0. En la era de las máquinas inteligentes, Paidós, Buenos Aires, pág. 17-43, 65-89, 115-133.
Romero Pérez Clara (2001) El Constructivismo Cibernético Como Metateoría Educativa. Aportaciones al Estudio y Regulación de los Procesos de Enseñanza y Aprendizaje. Artículo publicado originalmente en Revista Interuniversitaria. Disponible en: http://investigacion.us.es/sisius/sis_showpub.php?idpers=6568
Salvat Begoña Gros (2004) La construcción del conocimiento en la red: límites y posibilidades. Monografía publicada originalmente en
Sancho Juana M. (1994) “La tecnología: un modo de transformar el mundo cargado de ambivalencia”, en Sancho, J. (comp.) Para una tecnología educativa. Horsori. Barcelona, pág. 13-37
Tani Ruben (2002) Tecnología digital e hipertexto. Artículo publicado originalmente en Insomnia Nº 22. Disponible en: www.henciclopedia.org.uy/autores/Tani/hipertexto.htm
Tiffin, John y Rajasingham, Lalita (1997), “La Visión” y “Internet como entorno para la enseñanza a distancia”, en: En busca de la clase virtual. La educación en la sociedad de
[1] Si las tecnologías no son sólo artefactos que median en la dialéctica entre el individuo y su entorno, sino también la síntesis que esta relación produce en el campo cultural, es que se percibe a la escuela (o educación formal) como una tecnología organizativa de impacto simbólico.
Hola Miguel!!
ResponderEliminarExcelente tu aporte!! Y los recursos compartidos son muy buenos!!!
Saludos y felicitaciones!!
Andrea